Desacelerar en tiempos de cronopatía e hiperexigencia
¿Qué pasa cuando la prisa se vuelve parte de nuestra identidad? En este artículo exploramos la cronopatía, el burnout y cómo el mindfulness y el detox digital pueden ayudarte a desacelerar y reconectar contigo misma.

Una invitación a reconectar con el tiempo interno y recuperar tu presencia
Hace algunas semanas, decidí tomar una pausa digital. Un detox no planificado, pero profundamente necesario. Me sentía sobreestimulada, mentalmente cansada, y aunque seguía “funcionando”, algo en mí gritaba que estaba desconectada. De mi cuerpo, de mis emociones, y de mi centro.
Durante esos días de silencio, comencé a observar cuánto había internalizado la urgencia de responder, de producir, de avanzar. Incluso en el descanso, mi mente seguía activa. Fue entonces cuando surgió una palabra que había leído alguna vez, pero que de pronto cobraba un nuevo significado: cronopatía.

Cuando el tiempo se convierte en tirano: ¿qué es la cronopatía?
La cronopatía no es un diagnóstico clínico, pero sí una descripción cada vez más frecuente en el campo de la psicología y la sociología. Proviene del griego chronos (tiempo) y pathos (sufrimiento). Designa un malestar contemporáneo: la obsesión por aprovechar el tiempo al máximo, llenando cada espacio de la agenda con tareas, metas o compromisos.
Más allá de la productividad, esta urgencia constante se convierte en una forma de ansiedad existencial. Nos cuesta simplemente ser, sin hacer. Incluso el ocio se vuelve planificado. La espontaneidad, el silencio y la contemplación pierden lugar frente al imperativo de la eficiencia.
¿Te ha pasado que te sientes culpable por descansar o por no ser “útil”?
Hiperexigencia: cuando nada es suficiente
Muy cerca de la cronopatía vive la hiperexigencia. Esa voz interna que nos recuerda constantemente que “podríamos estar haciendo más”, que compara, mide, y rara vez celebra.
Esta hiperexigencia puede ser sutil o explícita, pero en ambos casos nos desconecta de una relación amable con nosotras mismas. El cuerpo empieza a dar señales: tensión crónica, insomnio, irritabilidad, pérdida de entusiasmo. Pero muchas veces las ignoramos… hasta que algo se rompe.

Burnout: el agotamiento como síntoma de desconexión
El burnout, o síndrome de agotamiento, ha sido reconocido por la Organización Mundial de la Salud como una condición asociada al estrés crónico. Pero más allá del contexto laboral, muchas personas experimentan este estado en su vida cotidiana.
Sentirse agotada, vacía, sin motivación, puede ser una señal de que hemos estado viviendo desde la exigencia, y no desde el cuidado. El burnout no es debilidad: es una alerta. Un llamado a revisar nuestras relaciones con el tiempo, el deber y el merecimiento de descanso.
Según un estudio reciente publicado en PLOS ONE, las personas con mayores niveles de atención plena (mindfulness) experimentan menor agotamiento en entornos altamente exigentes, especialmente digitales. Esta capacidad de volver al momento presente actúa como un recurso protector frente al estrés sostenido y la sobrecarga cognitiva.
¿Qué pasaría si tu descanso fuera tan importante como tus tareas?
Detox digital: un gesto de amor propio
El detox digital no es una moda pasajera, sino una forma de resetear nuestra relación con la tecnología. Consiste en tomar una pausa consciente del uso de pantallas, redes sociales o dispositivos electrónicos durante un tiempo determinado.
Durante mi pausa, redescubrí el silencio. Observé la ansiedad inicial al no “estar conectada”, pero también la paz que emergía al reconectar con mi cuerpo, mi respiración, mis ritmos internos. No se trata de demonizar lo digital, sino de recuperar agencia sobre cómo y cuándo lo usamos.
Si estás considerando un detox digital, aquí tienes algunas claves que pueden ayudarte a integrarlo con éxito en tu vida:
- Crea rituales de desconexión: apaga tus dispositivos al menos una hora antes de dormir y comienza el día sin pantallas. El primer y último momento del día merecen presencia.
- Diseña zonas libres de tecnología: transforma ciertos espacios del hogar (como el comedor o el baño) en santuarios sin dispositivos.
- Establece una ventana de uso consciente: limita tu tiempo frente a pantallas con horarios definidos para redes sociales o correo electrónico.
- Haz una lista de “placeres offline”: retoma actividades que te nutren sin tecnología: leer, escribir a mano, caminar, escuchar música sin multitarea.
- Sé compasiva contigo misma: es normal sentir incomodidad al principio. Recuerda que no se trata de desconectarte del mundo, sino de volver a ti.
Estas prácticas no sólo reducen la sobrecarga mental, también abren espacio para una conexión más profunda con lo esencial: tu presencia.
Una propuesta para cultivar presencia: MBCT para la Vida

En Yutori, ofrecemos un programa de 8 semanas basado en la Universidad de Oxford que ha transformado la vida de muchas personas. Se llama Mindfulness-Based Cognitive Therapy (MBCT) para la Vida y es una invitación a mirar hacia adentro, con amabilidad y estructura.
En este espacio, aprenderás a:
- Reconocer patrones mentales repetitivos y automáticos.
- Reducir la ansiedad sin reprimirla, observándola con atención plena.
- Recuperar energía y claridad en tu día a día.
- Crear una relación más sana con el tiempo y contigo misma.
Este programa no es una solución rápida. Es una semilla. Y como toda semilla, florece cuando la cuidamos con constancia y compasión.

En resumen
La cronopatía y la hiperexigencia no son solo términos de moda, sino expresiones contemporáneas de un sufrimiento real: el agotamiento de vivir desconectadas del presente, intentando rendir al máximo en todos los frentes. Cuando esta presión se sostiene en el tiempo, aparecen síntomas como el burnout, el cansancio emocional, la falta de sentido o la incapacidad para descansar sin culpa.
A través de prácticas como el mindfulness, el detox digital y programas de acompañamiento como el MBCT para la Vida, podemos comenzar a transformar esta relación con el tiempo, priorizando la presencia y el cuidado interior por sobre la urgencia de hacer más.
Un estudio reciente publicado en PLOS ONE (Marsh et al., 2024) mostró que las personas con una mayor disposición al mindfulness enfrentan mejor los efectos negativos del trabajo digital: menos ansiedad, mayor claridad mental y menor agotamiento. El mindfulness se comporta, en este contexto, como un recurso personal de resiliencia.
📖 Puedes leer el estudio completo aquí:
Marsh, S., et al. (2024). Mindfully and confidently digital: A mixed methods study on personal resources to mitigate the dark side of digital working.
Leer el estudio completo en PLOS ONE
Recomendación Yutori para profundizar:
Si este tema resuena contigo, te sugerimos el libro “El arte de la lentitud” de Carl Honoré, una lectura amable y transformadora sobre cómo la cultura del apuro afecta nuestra vida y cómo podemos encontrar otra forma de vivir desde el equilibrio.
Te comparto también este video de Carl Honoré, donde habla con claridad y cercanía sobre cómo desacelerar puede transformar nuestra forma de vivir. Una hermosa manera de cerrar esta reflexión.
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